Samhain: el Año Nuevo de las Brujas.

31 de octubre.

Si hay un día en que puedes sacar a la bruja que llevas dentro, es en Samhain.

El Samhain celebra todo aquello que hemos conseguido y nos permite compartirlo con todos los que nos han ayudado en el proceso: nuestros ancestros. El velo que separa ambos reinos se puede mover como si fuese una cortina, pero lo cierto es que en este momento del año es mucho más fácil asomar la cabeza y echar un vistazo.

Venerar a nuestros ancestros, a nuestras raíces, a nuestras familias y a nosotros mismos es el objetivo principal del Samhain, pues nos anima a adentrarnos en el Otro Lado.

Cómo decorar el altar: rosas y flores de colores vívidos y brillantes; calaveras; objetos de decoración de temporada; velas de colores otoñales (negro, naranja, rojo oscuro); reliquias familiares y talismanes que te conecten con tus ancestros; cualquier ofrenda a tus seres queridos. También se puede añadir alguna carta del tarot como la de la Muerte y la Luna.

Formas de celebración no rituales: juega a truco o trato, haz un picnic a medianoche en un cementerio, escribe una carta a tus seres queridos fallecidos y luego quémala, deja una ofrenda de vino caliente con especias para tus ancestros, háblale a la luna, …

Ritual sugerido: un hechizo de bendición ancestral para gozar de un Año Nuevo Dulce.

Intención mágica: Adivinación, limpieza, decisiones, mediumnidad.

Hierbas: pachuli, copal, sándalo, palo santo.

Colores: negro, blanco, naranja, gris.

Animales: gato, murciélago, araña.

Piedras: cuarzo blanco, turmalina, ónix, pirita, ópalo, rubí, diamante, cuarzo ahumado.

Símbolos y elementos: calabaza, muerte, caldero, calavera, noche.

Deidades: Hécate, Freya, Lilith, Perséfone.

Flores: crisantemos.

Fuente: Cómo ser una bruja moderna de Gabriela Herstik.

Mágicas de Carlotydes